21/2/19

Noticias felices

Me gusta más colocar noticias felices que textos desagradables. Aunque no todas las noticias sean favorables, sí pueden serlo las consecuencias. 

Por ello colocaré, primero, las malas. No vino nuestro "profe" de inglés. Espero que no esté enfermo y que faltara por exceso de trabajo. Sí acudió otro profesor, muy simpático y agradable... a hacernos un examen. Y yo que subía toda contenta, mientras hablaba con las amigas, sufrí al lumbago. Un minuto antes del examen, se ve que se dio cuenta de que se iba a nublar y... ¡Zas! el músculo hizo un ¡crack! y dolor al canto. Menos mal que estaba sentada.

Noticias felices

Como prefiero dejar los avisos negativos antes que los positivos decir que el día acabó bien. Llegué puntual a la clase, pero, antes, vi a una profesora del instituto Pere Mº Orts i Bosch, a la cual tengo muchísimo afecto por el cariño, la gran pacienciaaaaa y el interés que pone en enseñarnos la asignatura. Ella me dio una noticia inmejorable y me alegro de que esté perfectamente y de enhorabuena. ¡Qué alegría cuando la vi! Es de esas personas que hacen que una se sienta mejor, aunque ella se enfade porque se entiende que está causado por su preocupación y sus ganas de hacer que avancemos. 

Estaba muy intranquila por ella pero me quedé más sosegada cuando conversamos. Al despedirme fui a la Escuela Oficial de Idiomas de Benidorm. Por mi fe di gracias a Dios porque, en ambos centros, tengo un plantel magnífico de profesores y para tener esa calma y aguantarse las ganas de matarnos cuando no comprendemos cosas que ellos encuentran tan evidentes. Pero, insisten, una y otra vez.  No sé si sentirán ese gusanillo de estar satisfechos cuando hemos "cogido" sus explicaciones... ¡Por fin!. 

Lo que cuesta estudiar

Comentábamos, al salir del examen, nuestra tristeza al no ver llegar a nuestro profesor favorito. Una de mis amigas, la cual, siendo mayor que yo, parece mi hija, comentaba que el cerebro, a partir de los veinticinco años, se niega a asimilar y captar todo como una esponja. Ya se muestra "maduro" y dice que es suficiente. No quiere captar por mucho que nosotros tengamos ganas de aprender. Por eso nos cuesta tanto y no es por falta de empeño ni por no gustarnos las asignaturas. Aun así hemos convenido que tenemos que acabar nuestras materias aunque tardemos más tiempo. ¡Nos encanta lo que aprendemos! 

Personalmente, me quedo más satisfecha, que viendo cualquier show de TV, cuando escribo una redacción en inglés, entiendo una película o una entrevista en francés o cuando me salen los programas ¡! y pienso: "He podido hacerlo, ¡he podido!". Hasta se me saltan las lágrimas y todo. Disculpad esta falta de humildad pero es que son pequeños pasos para poder avanzar, sobre todo, a la edad que tengo. Ni mucho menos puedo compararme a mis compañeros. Cuando veo cómo hablan, con tanta fluidez, cómo programan, tan rápido y hacen unos trabajos tan perfectos... ¡Los admiro!. Son increíbles.

Los buenos profesores

Al observar a mis profesores pienso en todo lo que nos regalan: su tiempo, su esfuerzo, sus nervios. Toman horas de su tiempo libre para programar las clases y para corregir los exámenes. Se preocupan por saber cómo estamos, cómo vamos. Se enfadan si suspendemos -sobre todo si no hemos estudiado, lógico- y más si nos hemos esforzado. Para mí, perder una clase y el contenido que imparte el profesor es como perder un gran tesoro de miles de millones. Ellos nos están dando parte de su vida, una parte que nunca van a recuperar, por formarnos. Es una pena que la gente no entienda eso.

Sentía tristeza cuando, al estudiar Magisterio por música, muchos de los compañeros venían "porque necesitaban un título universitario para hacer el grado". A ver... a mí me encanta la carrera de Turismo porque debe de ser preciosa ; eso de ser guía de monumentos, ver arte, ciencia, historia, es maravilloso. Pero no formas a niños ni a adultos para continuar su vida. ¡Haz Turismo y no hagas Magisterio! Ser profesor no es algo tan "frívolo" y hay que tener vocación. Que un profesor haya conseguido que me guste un idioma que odiaba como era el inglés y que pueda escuchar, por primera vez en mi vida, mis películas favoritas en versión original y entenderlas... eso no tiene precio.  

Que unas mujeres, profesoras, me animen a seguir adelante en unas asignaturas de ciencias, y consiga avanzar con ellas, entender sus contenidos, pensar con su lógica. Igual que los profesores. Entender cómo trabaja un ordenador y cómo funcionan los entornos de programación. Eso no tiene precio. Enfrentarse, a diario, a cuarenta, ochenta, ciento veinte alumnos, cada uno hijo de su padre y su madre, con sus carencias, y soportar lo que han de aguantar... lo siento pero, eso es un valor al cual no se le ha puesto un coste. 

Los padres de los alumnos y los mismos alumnos

Por tal razón, como soy la "abuela" de uno de los institutos y la "casi abuela" del otro centro, no me importa decir las cosas a quien veo que tiene mala intención o que no se da cuenta. O quizás que no comprende por su edad. Si a unos no les gusta estudiar, pues que tengan un poco de piedad o de contemplación con esos profesores que están viendo que no están a gusto e intentan que adquieran un poco de cordura. Que se esfuerzan e intentan dar a los alumnos experiencia y, sobre todo, un modelo a imitar.

En cuanto a muchos padres que no se molestan en educar a sus hijos, porque, según ellos, "los profesores cobran de mis impuestos", pues sí señor. No lo niego. Ellos también los pagan así, que, lo mismo, ellos se remuneran sus propios sueldos con lo que el estado les quita y es usted el que está recibiendo el disfrute de las carreteras por las que pasa su coche, costeadas con esos mismos impuestos que los profesores pagan.Y la educación de sus retoños.

La diferencia  está en que esos profesores acudirán a los negocios de ustedes a hacer uso de sus servicios y les devolverán esos réditos que ustedes han  pagado. Los padres de esos profesores también pagaron sus impuestos, se lo recuerdo. Pero el gran valor es que ellos soportan, por un mísero sueldo y, muchas veces, en malas condiciones, a sus hijos y nietos, esos que usted malcría y, eso, señores padres, el hacer de papás a la vez que de profesores, no está compensado ni remotamente.

P.S. Llegué a casa. ¡Ahora no puedo levantarme del sofá!

No os olvidéis de visitarnos. En mi perfil de Taringa voy dejando cosas para que vengáis a vernos. Enlaces sobre todo. Y os recuerdo las dos casas en venta así como la cama nido, muy económica.
Mirad los avisos parroquiales. E id conociendo a Fina Roc

@mariateresaalaezgarcia @MaríaTeresaInésAláezGarcía

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