Sobre la gente que vive de ilusiones

¿No hay una frase que reza "De ilusión también se vive"? Y la utilizamos definiendo a la gente que vive de eso: de ilusiones. 

La gente que vive de ilusiones es mucha y muy variada. Todos tenemos alguna ilusión. Expectativas, esperanzas e ilusiones son cosas distintas aunque las usamos como sinónimos. Tenemos expectativas que no han de ser ilusiones, necesariamente. Pero sí la ilusión de que alguna expectativa salga adelante y lo esperamos. Podemos tener la expectativa de ser ricos. La ilusión de comprar un coche bueno y la esperanza de que, trabajando y ahorrando, podamos conseguirlo. Eso es ser realista. Pero hay personas que, simplemente, sueñan todo el tiempo. Gente que vive de ilusiones.

Gente que vive de ilusiones

De hecho, hay una canción flamenca, por ahí, donde un hombre reprocha a una mujer el vivir de ilusiones y ella se defiende diciendo que nació así, que a ella le da igual lo que él piense y si la quiere, la tiene que amar tal y como es. Esas "ilusiones" se refieren a los pensamientos. Eso de pensar no está bien visto. Lo que está bien es no pensar y dedicarse a vivir, a actuar. En muchas ocasiones, se lleva a cabo lo que se piensa, sobre todo cuando no es positivo. Si se pensara, no se actuaría mal en muchas ocasiones. 

Porque hay quien cree y confía, tiene la "ilusión" de que todo lo hace bien. Todo. Los demás son los que hacen todo mal y hay que corregirles continuamente. Como no piensan lo que uno cree, no actúan debidamente según la norma, o según la ética de algunos, esas personas "ilusas" que creen que son los defensores de las leyes en el mundo, las pretenden poner en su lugar. Sin darse cuenta de que ellos son los primeros que han de corregirse.

"En una alforja al hombro llevo los vicios. Los ajenos delante, detrás los míos.". "Antes de ver la paja en el ojo ajeno, quítate la viga que llevas en el tuyo". Pues no, señor. Esa gente que destroza vidas ajenas y no tiene reparos en seguir atormentando para quedar bien, para que se las vea como salvadoras, como las únicas personas que, en este mundo, saben qué hay que hacer para que todo vaya bien y qué no hay que hacer para que todo vaya mal. Esas personas pueden ser más ilusas que aquellas a las que insultan llamándolas locas.

Todas las ilusiones no son tales

De hecho, si miramos nuestros defectos, y los corregimos, pocas ganas tendremos de mirar los de otros. Pero ver a gente que está convencida de que es perfecta porque sigue "la norma", es increíble.  Cómo se dedican a juzgar a los demás y a difamar porque ellos hacen ·lo que deben" y los otros no. No sienten sombra alguna de defecto ni mal en su conciencia. Si rompen un matrimonio, han hecho bien. Si destrozan a unos hijos, han hecho lo mejor para ellos. Así aparecen personas sin mente, sometidas, que luego se vuelven agresivas y no es de ellas la culpa. Es del sueño de quien las educó.

Cuidado, con a quién decimos que vive "de ilusiones".  Porque, posiblemente, esas ilusiones o defectos de los demás pueden ser virtudes, más adelante, debido a que las normas sociales, al estar constituidas y pensadas por los seres humanos, son volubles, caprichosas y sólo sirven a modas, no a la realidad. De hecho, la moda del plástico nos está dañando, incluso, interiormente. La moda de la delgadez ha creado hasta enfermedades. Y fueron "ilusiones" de algunas personas que tuvieron el poder de imponerlas al resto de la sociedad.

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